Rinoplastia
La rinoplastia es una cirugía que cambia el aspecto a tu nariz, de forma eficaz y segura. Se pueden modificar los ángulos, resecar gibas nasales, cambiar la punta nasal, entre otras cosas.
Se recomienda esta intervención quirúrgica cuando se ha completado el crecimiento de la cara. En promedio, esta cirugía tiene una duración entre una y tres horas, dependiendo de la complejidad de las alteraciones a corregir.
Los riesgos son los que tienen toda cirugía, por la anestesia general. En cuanto al procedimiento en sí, lo más difícil es cumplir con las expectativas del paciente, por lo tanto, es necesaria una buena comunicación, planificación y dejar en claro cuáles son las posibilidades reales que existe de poder corregir las deformidades.
La recuperación de la rinoplastia es entre dos o tres semanas, pero existe restricción de realizar deportes de contacto por seis semanas.
Los resultados que ofrece mejoran en gran medida el equilibrio de los rasgos faciales. Pero no solo eso, la rinoplastia incluso puede mejorar la confianza de las personas y por supuesto, también puede ser usada para corregir defectos estructurales como aquellos que ocasionan dificultades para respirar.

¿Quién es el candidato ideal para someterse a una rinoplastia?
Los candidatos ideales para someterse a una rinoplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. La rinoplastia mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una rinoplastia piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
La edad también debe tenerse en cuenta. La mayoría de los cirujanos plásticos prefieren no realizar una rinoplastia hasta que no se haya dado el «estirón», es decir, hasta los 14 o 15 años en las mujeres y algo más para los hombres.
Así mismo, es importante considerar los ajustes emocionales y sociales de los adolescentes, y estar seguros de que son ellos, y no sus padres, los que quieren someterse a una rinoplastia.